Quienes no valoran la buena ortografía, desconocen que esta no es otra cosa que la forma que tienen las palabras de mostrarse ante nosotros con sus mejores galas; de mostrarse ante nosotros, que tantas veces y con tampoco respeto las usamos, las tocamos,... con el respetable traje, vistoso o miserable, que la historia les ha dado. Pero la buena ortografía es también higiene mental, pulcritud intelectual, elegancia, cortesía para con todos aquellos que compartimos el inigualable don de la lengua...